La buena educación es aquella que nos
impulsa a conocer la importancia que tiene APRENDER, haciéndonos más capaces,
comprensivos y llenos de confianza.
Una persona que no tiene educación no
será capaz de lograr unas metas bien definidas y esta falta de visión para su
futuro le hará un individuo desilusionado e incluso a veces destructivo.
La violencia doméstica, la pobreza, el
crimen, las adicciones a las drogas y alcohol pueden ser en parte los
resultados trágicos de la ausencia de una educación escolar.
La educación es un placer que le
facilita al que la posea poder comunicarse mejor y tener acceso a más
información. Así, los resultados negativos de la ignorancia son peores que las
demandas que el costo de la educación conllevan.
De hecho, los beneficios a largo plazo
de la educación son elementos muy importantes que cambiarán la vida de esas
personas hacia algo mucho mejor.
Cada año, la educación que se recibe
es convertida en una mejor posibilidad para la persona. Hay una gran diferencia
de salarios entre los que complementan la educación superior y aquellos que
apenas han terminado la secundaria.
La falta de educación significa mucho
más que una simple pérdida de dinero.
Una persona sin educación sabe poco y
entiende poco sobre la situación económica de su país y por lo tanto, no sabe
cómo demandar los derechos que le pertenece y que le beneficia a él mismo y a
aquellos que están a su alrededor.
Estas personas continúan siendo
explotadas, abusadas, e ignoradas por la sociedad. Así, la población que no
tiene una buena educación no logran entender los cambios que ocurren en su
sociedad y les cuesta trabajo adaptarse a nuevos sistemas o aceptar nuevas
maneras de vivir.
La ignorancia en las mujeres es más
dañina, ya que significa carecer de oportunidades no solamente para ellas sino también
para sus hijos. La educación en las mujeres les permite ser más independientes
y poder casarse más tarde, tener menos hijos... lo que las posibilita a tener
mayor atención médica para cada uno de sus hijos.
Las personas deben instruirse para
leer y escribir con suficiente habilidad para al menos, funcionar en las
actividades diarias tales como la lectura de un periódico, los letreros
direccionales de las calles, etc.
Como es obvio, no existe un límite
máximo de cuánto debe estar educada una persona. El derecho a la educación abre
las puertas que antes estaban cerradas. La educación lleva a los individuos por
caminos nuevos, ayudándoles en la búsqueda de ideas mejores.
Creo que ya es hora de que cada
persona en el mundo posea una compañía tan indispensable.
En el periódico digital www.lasprovincias.es he encontrado una
noticia publicada el 8 de Mayo de 2013, que hace referencia a la educación en Chile. Miles de estudiantes salen
a las calles pidiendo una educación gratuita y de mayor calidad.
Exigen que el Gobierno Central se haga
cargo de la administración de la educación básica y media, actualmente llevada
a cabo por los ayuntamientos.
Con respecto el nivel universitario,
estos estudiantes buscan el fin del beneficio existente en muchos centros
privados y una rebaja de los altos costes de las carreras, que deben solventar
con créditos del sistema financiero.
Lo único que estas personas están
pidiendo es un DERECHO, que les formen correctamente para que en un futuro sean
capaces de llevar a cabo su trabajo y puedan ganarse la vida dignamente con
ello.
Así lo expresaban algunos de los
estudiantes en la manifestación con frases como:
"Lamentablemente no ha cambiado
nada para bien, sino que vemos que este modelo de negocio que existe en la
educación se va reflejando en los problemas que viven las personas en
Chile"
"No puede ser normal que mes a
mes marchemos más de 150.000 personas en las calles y todavía no logremos
ningún cambio significativo en la educación"
El artículo completo se puede ver en: http://www.lasprovincias.es/agencias/20130508/mas-actualidad/sociedad/miles-chilenos-vuelven-calles-para_201305081923.html
Una de las frases que me ha llamado
mucho la atención y que tiene toda lar razón del mundo es “El profe luchando
también está educando”. Y es que con estas pocas palabras se puede resumir la
gran labor que tiene el maestro, sobre todo, de ser un MODELO a ojos de sus
alumnos. Si no nos quejamos los maestros de la educación que se está dando,
¿quién va a hacerlo?
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