jueves, 9 de mayo de 2013

El tutor y la familia

Es importante conocer cada una de las figuras que forman parte de la comunidad educativa, incluida la figura del tutor como eje esencial en el desarrollo personal y colectivo de los niños.

También es fundamental que exista una buena coordinación y colaboración tanto como con las familias, como con el resto del profesorado, de modo que el tutor pueda intercambiar informaciones con todos estos para así lograr un buen funcionamiento de esta acción tutorial.
El papel  del maestro/tutor también es fundamental para el desarrollo adecuado no solo de los alumnos, sino de la clase como grupo, donde cada escolar se sienta miembro activo e integrado de él, pudiendo solucionar sus dificultades de aprendizaje y resolver sus inquietudes con ayuda de esta figura tutorial.

Aspectos que ha de conocer el tutor son:
• Experiencia y preparación previa del estudiante.
• El contexto de apoyo familiar y social.
• Conocimiento y expectativas de los estudios a corto y largo plazo.
• Concepciones, ideas previas.
• Planes de trabajo y proyecto profesional futuro.

La tutoría es responsabilidad del profesorado de todas las etapas y niveles educativos y cuya finalidad es contribuir a la personalización e individualización de los procesos de enseñanza y aprendizaje y las tareas de mediación entre alumnado, profesorado y familia.

El tutor tiene que enseñar a los alumnos, entre otros, estos ámbitos:

  • Mediación y mejora de la convivencia
  • Hábitos y técnicas de estudio
  • Toma de decisiones
  • Desarrollo del pensamiento creativo y emprendedor
  • Período de acogida (en los más pequeños)
Con respecto a las familias, el tutor deberá seguir una serie de pautas para llevar conseguir una buena relación con  las familias:
  • El tutor, mediador entre centro y familia
  • La tutoría como proceso de intercambio de información continuado y sistemático (a lo largo de todo el curso)
  • Sesiones grupales y entrevistas individuales con cada familia de recogida o entrega de información como vías habituales (al menos, tres reuniones con el conjunto de las familias y una individual con cada una de ellas)
  • Actividades formativas con las familias
  • Clima de entendendimiento en el que cada uno comprenda y respete el papel del otro

La tutoría es un factor clave para una buena coordinación entre el centro y el núcleo familiar, lo que podría estar ayudando en la educación y la formación del niño. Por lo tanto, habría que implicar más en los padres la idea de que ellos tienen un papel muy importante dentro de la escuela, y por ello, deberán contribuir con ésta para contribuir en todo lo que sea posible al mejor desarrollo de la educación y del futuro de sus hijos.
Así, creo que se deberían realizar tutorías tanto con padres como con alumnos de la manera más continua que se pueda, no esperar a que los padres llamen a informarse sobre el desarrollo de sus hijos en la escuela, sino que sean los tutores los que desarrollen estas reuniones de forma continua. De esta manera, los padres entenderán el concepto de unión y coordinación que debe existir entre la escuela y la familia y contribuirán en el desarrollo tanto integral como del aprendizaje de sus hijos.

Todos hemos oído o tenido conversaciones como "es que los jóvenes de hoy no son como los de antes". Podíamos perdernos en diquisiciones sobre si esto es verdad o no, pero está claro que algo falla cuando niños de tan sólo 11 años llegan a clase comentando la útlima salida de tono del programa "basura" de la madrugada pasada.

¿A qué se debe esto? ¿es sólo un problema de los niños o también de sus padres?
El inconveniente principal es que muchos de los padres de hoy delegan toda o casi toda la educación de sus hijos en los profesores, principalmente en aquellos que les dan clase en la escuela.
Muchos de estos profesores se quejan de que no son respetados por sus alumnos, y lo que es peor, no lo son tampoco por sus padres, de manera que los progenitores pretenden que los maestros enseñen modales, educación y saber estar a sus hijos pero lo hacen rebajando a estos mismos profesores.

Uno de los ejemplos claros que me ha llamado bastante la atención se puede ver en una de las preguntas que hacían las madres a sus hijos cuando les recogían del cole: ¿qué tal te has portado  hoy?. La pregunta en la actualidad cambia completamente el rol del protagonista, ahora dicen: ¿qué tal se ha portado hoy la maestra? Dejando toda la responsabilidad de las actitudes del niño en la manera de enseñar de la maestra.
Esto indica claramente que si hay alguno fallo en la educación es culpa del profesor, no del niño y mucho menos, del padre.

Con todo esto, sólo me queda decir que una de las cosas más importantes para llevar a cabo un aprendizaje adecuado en el niño es que tanto padres como profesores trabajen conjuntamente para solucionar los problemas que puedan surgirle al niño de la mejor manera y lo antes posible y sobre todo, respetándose unos a otros y NO delegando las responsabilidades de uno al otro.

                  

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